C de Comunicación visitó las instalaciones de la plataforma logística de Gamma, ubicada en Sallent.
La plataforma logística de Gamma se erige como un pilar fundamental en la estrategia de la compañía, funcionando como una extensión del almacén de sus más de 400 asociados. La operativa se caracteriza por su flexibilidad, la optimización de costes y tiempos, y una alta integración tecnológica.
Infraestructura y equipo
La plataforma ocupa una superficie total de 28.000m2, combinando zonas cubiertas y al aire libre donde se organiza el grueso de la operativa y se gestiona el flujo de trabajo por el que va pasando el material.
El funcionamiento diario depende de un equipo de cerca de 30 profesionales, que se reparten entre las áreas de administración, logística, preparación de pedidos y transporte. El almacén trabaja en dos turnos, con grupos de entre 10 y 12 personas en cada uno.
Uno de los rasgos que distingue a esta plataforma es su continuidad operativa: permanece activa todos los días laborables del año, sin cerrar por vacaciones ni puentes, lo que garantiza un servicio constante y la entrega puntual de pedidos a los asociados.

Seguridad y sostenibilidad
Por la propia naturaleza del material con el que se trabaja, la seguridad y el orden son principios esenciales en la plataforma. Las estanterías están diseñadas para soportar hasta 24 toneladas por módulo, el equivalente al peso de un tráiler completamente cargado.
En materia de seguridad industrial, el almacén está protegido por un sistema automático contra incendios, que incluye una sala de bombas y dos depósitos de agua. En caso de detectar humo o un aumento de temperatura, los rociadores automáticos (sprinklers) se activan de forma inmediata para contener cualquier incidente.
Comprometida también con la sostenibilidad, la plataforma incorporó hace dos años una instalación de placas solares que cubre el consumo energético tanto del almacén como de las oficinas. Además, el reciclaje forma parte de la operativa diaria: el centro dispone de un sistema interno de contenedores con tres fases de recogida para separar y gestionar residuos de cartón, plástico y fleje, optimizando los movimientos y reduciendo los tiempos de gestión.

Tecnología y flujo operativo
La gestión logística se apoya en una sólida infraestructura tecnológica adaptada a las necesidades específicas de la compañía. Estos sistemas operan de forma totalmente integrada, lo que garantiza la sincronización continua del stock y la actualización inmediata de los pedidos.
En el almacén, la era del papel ha quedado atrás. Los preparadores de pedidos trabajan ahora con dispositivos portátiles que les indican en tiempo real la ubicación exacta y la cantidad de producto que deben recoger. Esta digitalización no solo ha reducido los errores, sino que permite mantener un inventario permanente con actualización instantánea del stock.
El sistema de almacenamiento sigue un modelo caótico inteligente, en el que cualquier referencia puede ubicarse en cualquier posición. Esta estrategia, lejos de generar desorden, optimiza la ocupación del espacio y mejora la eficiencia global.
El flujo de preparación se ha diseñado para minimizar desplazamientos innecesarios, estructurando las áreas según el tipo de producto:
- Recepción: El material se recibe, se verifica y el sistema sugiere su ubicación en función de la rotación y la familia de producto. El objetivo es ponerlo a disposición del stock lo antes posible, garantizando visibilidad inmediata para los asociados.
- Picking especializado: Los artículos de pequeño volumen, como ferretería o calzado de seguridad, se gestionan de manera centralizada y en altura por operarios equipados con máquinas recoge-pedidos. Este sistema evita que los preparadores principales cambien de maquinaria o interrumpan su flujo, aumentando la productividad.

Servicio y distribución
El principio que guía toda la operativa logística es claro: “máxima ocupación con la mínima movimentación”. Cada proceso está diseñado para aprovechar al máximo el espacio disponible y reducir los desplazamientos innecesarios dentro del almacén.
Una vez completado un pedido, el sistema obliga al preparador a confirmar la recogida total del material, incluyendo los artículos más pequeños. Ningún pedido puede cerrarse si falta algún elemento, garantizando así la integridad y exactitud del envío.
El embalaje desempeña un papel fundamental, especialmente en el caso de materiales frágiles como el vidrio, las mamparas o los espejos. Para los envíos, se utiliza un film retráctil personalizado, una medida adicional que refuerza la seguridad y la trazabilidad de la mercancía durante el transporte.
En cuanto a la distribución, los pedidos se preparan la tarde anterior y se expiden al día siguiente, garantizando una respuesta ágil. Los asociados ubicados entre 600 y 800 kilómetros —como los de Madrid o Valencia— reciben sus productos en un plazo de 24 horas, mientras que los destinos más alejados lo hacen en un máximo de 48 horas.
Cada día, la plataforma atiende cerca de 200 asociados, asegurando un mínimo de dos entregas semanales por cliente, un ritmo que refleja el alto nivel de eficiencia y compromiso logístico que caracteriza a la operación.
Planes de futuro
Los retos futuros de Gamma se centran en aumentar aún más la eficiencia en la distribución, buscar soluciones más avanzadas para el aprovisionamiento y reducir el coste logístico. Para afrontar el crecimiento constante de asociados, la compañía está trabajando en un proyecto para construir una nueva nave que permitirá aumentar la masa crítica de stock sin necesidad de ampliar la plataforma actual.