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¿Cómo afecta el Reglamento Europeo de Productos de Construcción a los almacenes?

Por Cristina PérezResponsable área Construcción
Si el fabricante no está dentro de la Unión Europea, el distribuidor asume las responsabilidades de éste a todos los efectos, señalan desde Andimac 

El Reglamento Europeo de Productos de Construcción, que entrará en vigor en diferentes fases entre este año y el próximo, establece reglas armonizadas para el comportamiento ambiental de los productos de construcción a lo largo de su ciclo de vida. La normativa, que afecta fundamentalmente a los fabricantes de materiales, también tiene repercusiones para los almacenes de construcción, que adquieren un mayor protagonismo en cuestiones como la trazabilidad de los productos, especialmente los importados.

El Reglamento mantiene obligaciones que ya existen actualmente y otras más novedosas. Entre las que se quedan, está “verificar que los productos que se comercializan llevan el marcado CE y están acompañados de documentación adecuada (como la declaración de prestaciones y, a futuro, el pasaporte digital del producto)”, explica Sebastián Molinero, secretario general de Andimac

En cuanto a las novedades, la fundamental es que los almacenes de construcción tendrán que asumir un mayor rol en la trazabilidad, “ya que se deberán mantener registros claros sobre la procedencia de los productos, asegurando dicha trazabilidad en caso de auditorías o requerimientos por parte de las autoridades de vigilancia del mercado. No obstante, estamos en una fase muy temprana para valorar las implicaciones prácticas”, apunta Molinero.

Desde Andimac explican que con la introducción del pasaporte digital, si bien será un proceso muy lento, el reglamento incrementa la responsabilidad en términos de conformidad y trazabilidad de los productos. Por lo tanto, en la medida que el pasaporte digital vaya siendo obligatorio a partir de 2026 y siguientes, el distribuidor deberá ser capaz de adaptar sus sistemas informáticos para garantizar la trazabilidad sobre los proyectos a los que se suministre.

Además, en el caso de productos importados, si el fabricante no está dentro de la Unión Europea, el distribuidor asume las responsabilidades de éste a todos los efectos. “Precisamente por eso, en materia de sostenibilidad y circularidad, el distribuidor es un actor clave para la promoción de materiales y productos sostenibles que cumplan con los objetivos de economía circular, como el uso de materiales reciclados o reciclables”, añade Sebastián Molinero. 

Implicaciones prácticas del Reglamento Europeo de Productos de Construcción para los distribuidores 

Las obligaciones que tendrán los almacenes de construcción serán:

  • Revisar sus sistemas de gestión de inventario para incluir información más detallada sobre la conformidad y el ciclo de vida de los productos.
  • Establecer acuerdos claros con fabricantes y proveedores para garantizar el suministro de productos conformes.
  • Capacitar a su personal en los nuevos requisitos normativos, especialmente en trazabilidad y documentación.
  • Trabajar estrechamente con los fabricantes para estandarizar los procedimientos de evaluación de conformidad.
  • Adaptar sus sistemas de logística y almacenamiento para cumplir con las nuevas normativas de sostenibilidad.
  • Invertir en tecnologías que permitan una mejor trazabilidad y gestión de datos en la cadena de suministro.

Los fabricantes sacan pecho sobre su compromiso en calidad y sostenibilidad

Con respecto a esta nueva normativa, la patronal de los fabricantes de materiales de construcción, CEPCO, ha destacado la labor de este colectivo en pro de la sostenibilidad. Con motivo de la presentación oficial del Reglamento en un reciente evento organizado por la Asociación Española de Normalización (UNE) y el Ministerio de Industria y Turismo (MINTUR), el presidente de CEPCO, Luis Rodulfo, señaló que el 90% del I+D+I del sector de la construcción “descarga en nuestra industria, dos tercios de los certificados que tiene actualmente AENOR pertenecen a productos de construcción, y son certificados voluntarios”, aseguró.

Rodulfo destacó también la preocupación del sector sobre la inseguridad jurídica causada “por los largos periodos de tramitación y la posibilidad de que una pequeña demanda pueda desestabilizar los procesos de estandarización de la UE”. También subrayó la inquietud sobre el cumplimiento de la normativa por parte de todos los productos utilizados en la construcción, “ya sean fabricados en obra o fuera de ella”.

Evitar la competencia desleal

Además, Luis Rodulfo resaltó la necesidad de una vigilancia efectiva del mercado para evitar la competencia desleal y asegurar el cumplimiento de las normativas.


En esa línea, señaló la existencia del observatorio de vigilancia de mercado de UNE en el que colaboran varias administraciones españolas. Sin embargo apuntó la necesidad de que todos los actores del proceso constructivo estén alineados y trabajen en paralelo, incluyendo el control del proceso de construcción. “La falta de control en las obras y la formación de los trabajadores son motivo de preocupación”, añadió.

Sobre los aspectos de sostenibilidad cubiertos por el nuevo RPC, Rodulfo considera una buena noticia que las declaraciones ambientales de producto (DAP) tengan más valor, pues “la industria española de materiales de construcción lleva liderando estos procesos desde 2013, con un compromiso añadido en la descarbonización del sector y la enorme inversión que la acompaña”, matizó.

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