Atraer personal cualificado, mejorar los márgenes y mantener los costes de la materia prima para garantizar la estabilidad del sector son los “tres deseos” que formula Raúl Muñoz, director general de Ibricks, para impulsar al sector de los almacenes de construcción. El sector sigue arrastrando algunas consecuencias de la gran crisis de 2008, entre ellas los bajos márgenes y plazos de cobro demasiado largos. No obstante, otros datos positivos indican que nos encontramos en un buen momento para que los almacenes impulsen su evolución, de la mano de las centrales de compra.
¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta el sector?
Faltan muchas cosas por hacer, tenemos que seguir evolucionando. Ya lo estamos haciendo, especialmente desde la pandemia hasta ahora, pero aún nos queda, y para conseguirlo necesitamos ayuda en algunos aspectos que no dependen directamente de nosotros.
Uno de ellos es la falta de mano de obra cualificada. Esto no es exclusivo de los almacenes de construcción, pero en nuestro sector es muy llamativo. En este aspecto necesitamos el apoyo de entidades públicas para que los jóvenes vean atractivo a un sector muy interesante, donde pueden desarrollarse de manera profesional.
Por otra parte, nos encontramos con el problema de la inestabilidad jurídica. La legislación está cambiando mucho y genera problemas, por ejemplo, en el retraso de la aprobación de las licencias de obras en algunas zonas. Necesitamos mayor fluidez en este aspecto.
Por último, nos enfrentamos a la subida de los costes de la materia prima. En tres años, el precio de una obra ha aumentado un 25 %. Ahora ya nos encontramos en parámetros normales, pero venimos de épocas muy complicadas, con subidas que nos siguen perjudicando.
También hay elementos muy positivos: las predicciones para los próximos dos años son buenas, el sector va creciendo y va evolucionando. Además, se está confirmando que va a haber una bajada de tipos de interés al menos para el próximo año, lo que ayudaría muchísimo a aumentar la demanda.
¿Siguen siendo un desafío los márgenes?
Es un desafío en todos los sectores. Desde que se inició la crisis en 2008, los márgenes han ido cayendo. La atomización del sector y la entrada de grandes actores ha agudizado el problema. Ahora mismo, los márgenes brutos se encuentran entre el 18 % y el 22 %, dependiendo de las zonas. La infraestructura que soportan los almacenes hacen que no puedan aguantar más bajadas. Hace diez años llegábamos a márgenes de casi el 30 %, lo que ahora por desgracia no ocurre. Estos márgenes son generalistas, en grandes obras y en determinados productos son mucho más bajos.
¿Han mejorado los plazos medios de cobro?
Sí han mejorado, pero todavía tienen que mejorar más. El sector, de una manera natural, lleva a que los plazos sean largos, porque estamos hablando de volúmenes muy altos. Sigue siendo uno de los grandes retos sobrevenidos de la crisis de 2008. Aunque ya no hablamos, ni muchísimo menos, de los plazos de entonces, los almacenes siguen soportando un peso grande.

¿Cómo ha sido 2024 para Ibricks?
El año ha sido muy positivo en todos los aspectos, tanto en resultados como en las áreas nuevas en las que nos hemos introducido. Estos dos últimos años han sido de crecimiento y se han superado todas las expectativas en cuanto a la aceptación de nuestras nuevas iniciativas por parte de los asociados. Nuestro avance se ha centrado, sobre todo, en el área logística y en la expansión; somos una de las centrales de compras más sólidas del sector, con un crecimiento sostenido de 50 almacenes más por año en la última década. Este año seguimos en esta cifra, con 56 nuevas incorporaciones.
La logística era un reto pendiente en el que nos hemos metido de lleno. Estamos trabajando para cambiar el concepto de logística que tiene el sector, llegando hasta el puerta a puerta. Para ello, hemos lanzado el servicio logístico Delivericks, diseñado para optimizar tiempos y costes de entrega en 24/48 horas, así como el Servicio de Rutas en Destino, de entrega del producto en la puerta del asociado. También le hemos dado un impulso al marketing, una necesidad que no todos los almacenes saben que tienen, pero que está ahí.
En resumen, crecimiento constante y éxito en la implantación de los proyectos.
Ahora mismo tenemos 614 asociados, con un tamaño medio de uno 2,5 a 3 millones de euros de facturación, y más de 960 puntos de venta. Esto nos coloca en el número uno a nivel nacional por número de socios.
¿Qué ofrecéis al almacenista que no hagan otras centrales de compra?
En primer lugar, seguridad. Y después, confianza. Dentro de estos grandes valores aportamos economías de escala, que generan ahorro y mejores condiciones económicas; amplitud de gama, ya que contamos con más de 400 proveedores de producto; apoyo en marketing y comunicación; renovación de puntos de venta para adaptarlos a las exigencias de las nuevas generaciones de clientes, tanto en el ámbito digital como en el físico, y por último apoyo logístico. Nuestro objetivo es brindar un apoyo 360º, en compras, en ventas y en logística.
¿Cuáles son vuestros retos para 2025?
Nuestro objetivo para 2025 es continuar con nuestra evolución y no quedarnos quietos.
Queremos hacer avanzar a los almacenes, por ejemplo a través de nuestra marca propia, que supone una ayuda para mejorar sus márgenes. La marca propia les aporta también una diferenciación respecto al resto de sus competidores, incluidas las grandes superficies. Por otra parte, vamos a seguir trabajando para reforzar el área de logística, para conseguir que los suministros lleguen mejor a los clientes de nuestros almacenes.
¿En qué productos tenéis enfocada vuestra marca propia?
En el último año nos hemos focalizado mucho en el segmento de baños, pero estamos abiertos a crear marca propia para todas las familias de productos. Tenemos marca propia en aislamientos, en material basto, en ferretería y en todas las familias importantes de nuestro almacén y en 2025 vamos a seguir desarrollando la marca.
¿Está creciendo la venta de productos de ferretería entre vuestros asociados?
Sí, se ha incrementado muchísimo. El almacén de construcción tiene una particularidad, y es que tiene que estar presente en cada uno de los pueblos de España. El peso de los materiales hace que sea complicado que viajen, por lo que cada territorio tiene que contar con almacenes. En paralelo, ha habido mucho servicio de ferretería que ha ido cerrando en en algunas partes del país, sobre todo, en grandes poblaciones y en zonas despobladas, de manera que el almacén de construcción ha absorbido ese servicio.
En cuanto al volumen de crecimiento del servicio de ferretería, hemos pasado del 13 % al 18 % en los últimos cuatro años y, de nuestros 614 almacenes, 436 trabajan el área de ferretería. Estamos viendo esta convergencia de manera muy rápida, hace diez años había muy pocos almacenes de construcción con un área de ferretería bien desarrollada.
Vuestra área de influencia está muy focalizada en la Comunidad Valenciana, ¿cómo ha afectado la DANA a vuestros asociados?
Ha afectado tanto a varios de nuestros asociados como a compañeros, afortunadamente solo en lo material. La zona está devastada a nivel económico y va a costar muchos años volver a una normalidad. Tanto el sector como la sociedad al completo se han volcado muchísimo en ayudar y gracias a ello podemos decir que los negocios están ya a un 70 % de actividad.
¿Cuál serían tus “tres deseos”?
Desde la perspectiva del sector, les pediría que nos ayudaran a superar todos los retos de los que hemos hablado: atraer personal cualificado tanto al almacén como a las obras, mejorar los márgenes y mantener los costes de la materia prima para garantizar la estabilidad del sector. Para nosotros como central de compras, les pediría seguir avanzando en los proyectos tal como estamos haciendo y mantener la ilusión y la alegría en el trabajo, tanto de nuestros 57 empleados como de nuestros asociados.