La Confederación Nacional de la Construcción (CNC) reclama una reforma integral de la fiscalidad vinculada a la vivienda al considerar que los impuestos y tasas representan ya una cuarta parte del precio final.
La CNC ha reclamado una reforma profunda de la fiscalidad asociada a la vivienda al considerar que los impuestos y tasas suponen en torno al 25 % del precio final de los hogares.
La patronal propone reducir el IVA de la vivienda nueva al 4 %, rebajar los tributos sobre transmisiones y actos jurídicos, y clarificar la base imponible del ICIO, con el objetivo de aliviar una carga que, según sus cálculos, implica abonar hasta 14 tributos y tasas diferentes desde que se inicia la promoción hasta que se formaliza la compraventa.
Menos impuestos y más claridad normativa
Entre las medidas planteadas, CNC defiende reducir el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) y el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD), así como aplicar un IVA superreducido del 4 % tanto a la vivienda nueva como, de forma temporal, a las obras de rehabilitación residencial, para incentivar la oferta y mejorar la eficiencia energética del parque edificatorio.
La organización empresarial también reclama ajustar por inflación las plusvalías inmobiliarias y evitar la doble imposición en las ganancias de capital, permitiendo deducir los tributos ya abonados a otras administraciones. En materia sucesoria, aboga por ampliar las bonificaciones en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones sobre la vivienda habitual, con el fin de evitar que muchas familias se vean obligadas a vender la propiedad para hacer frente al pago del impuesto.
Asimismo, CNC pide revisar el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), permitiendo a los ayuntamientos ajustar los tipos impositivos y aplicar bonificaciones progresivas para mejoras estructurales o de eficiencia energética. En el ámbito local, la patronal propone clarificar la base imponible del ICIO y reducir su impacto en la inversión, mediante exenciones parciales en proyectos de rehabilitación sostenible.
La patronal plantea también avanzar hacia una mayor neutralidad fiscal entre la compra y el alquiler, mediante incentivos a arrendadores que ofrezcan precios asequibles y una tributación más favorable para las rentas por alquiler. En concreto, sugiere que estas rentas pasen a integrarse en la base del ahorro, con tipos progresivos entre el 19% y el 30%, en lugar de tributar en la base general del IRPF como ocurre actualmente.
Catorce tributos y un exceso de burocracia
Según la CNC, el proceso completo que va desde la adquisición del suelo hasta la venta de la vivienda implica el pago de hasta 14 tributos distintos a las administraciones estatal, autonómica y local. Entre ellos se incluyen el IRPF, el ITP, el AJD, el ICIO, el IBI, las tasas municipales por licencias y ocupación de vía pública, o el IVA, además de los impuestos sobre plusvalías urbanas.
Para la patronal, este entramado fiscal no solo encarece el precio final de las viviendas, sino que ralentiza los procesos de construcción y promoción. “El problema de la vivienda es tan complejo que solucionarlo exige combinar distintas medidas, entre las que también hay que destacar las de corte fiscal”, señaló el presidente de CNC, Pedro Fernández, quien considera “desmedido que en un piso de 300.000 euros, alrededor de 100.000 se destinen al pago de impuestos y tasas”.
La organización advierte de que la falta de oferta de vivienda y el encarecimiento del acceso están estrechamente vinculados a la presión fiscal y la burocracia administrativa. Por ello, reclama voluntad política y coordinación entre las diferentes administraciones para simplificar procedimientos y reducir cargas.












